lunes, 29 de junio de 2009

EL SECRETO

Hay dos tipos de amigos en esta vida, los amigos con los que creces y el destino puso en tu camino, de los cuales aprendes y te aferras de vez en cuando; y los amigos del alma, que son los que escoges cuando vas madurando y son ellos los que te hacen darte cuenta realmente de lo que vales, lo que eres y de lo que quieres ser, pues estos, "los amigos del alma", son tu reflejo y tu grano de arena en las playas de las buenas amistades.
Ante esto no hay mejor combinación que un amigo de la vida, convertido después en amigo del alma.
Así es mi amigo Beto, del cual obtuve el siguiente texto. Y en honor a tan agraciada forma de ser y de expresar todo lo que llevas dentro, me permito amigo hacer publico esto que tu me dejaste mostrar. (Gracias por contarme algunos de tus secretos)


EL SECRETO

Hace algunos años, unos amigos de la prepa me invitaron a lo que sería una reunión de ex alumnos, la verdad es que yo no estaba muy interesado en asistir pero al final, por curiosidad, fui. No hubo muchos, quizá éramos unos 8 o 9, pero entre ellos estaba una compañera a la que casi nadie pelaba y que no era, para nada, guapa. Tras platicar y brindar con algunos tequilas la fiesta fue subiendo de tono y comenzaron las preguntas indiscretas, cuando le tocó el turno a esta compañera le preguntaron que quien había sido su amor platónico durante la prepa a lo que respondió sin titubeos que había sido y seguía siendo yo.
Todos entonaron el clásico sonido de burla mientras ella se me quedaba mirando de una manera muy extraña, como intentando decirme algo. La fiesta continuo y en algún momento ella se me acerco y me pidió mi numero celular con el pretexto de estar haciendo una lista de todos los ahí presentes, sin problema le di mi numero y continúe brindando. Aproximadamente a la media hora sonó mi celular, cuál sería mi sorpresa, era ella quien me escribía, me decía que tenía un sueño desde la prepa y que quería volverlo realidad esa misma noche, que quería pasar el resto de la noche conmigo, que si estaba interesado por favor le escribiera de regreso y que en caso contrario no respondiera, que ella actuaria como si nada hubiera sucedido.
Algo extraño sucedió en mi cabeza, aun no sé por qué, pero me puse a pensar en cuantas veces había yo soñado estar con una chava de la misma prepa y que al final, por razones estúpidas, nunca lo había intentado y me había quedado con ese sueño… pensé que si ese era un sueño para ella y en mis manos estaba volverlo realidad, pues no había nada que perder, que los dos saldríamos ganando. Le conteste que si estaba interesado que contaba conmigo para lo que restaba de la noche. Mientras tanto la fiesta seguía a todo vapor y nadie sospechaba nada.
Yo seguí tomando, nervioso, sin saber que sucedería. A la media hora un mesero me trajo una nota, en ella se podía ver un croquis y el nombre de un motel, más abajo decía: “pregunta en que habitación estoy, nos vemos en 45 minutos”. En ese momento se levantó, comenzó a despedirse de los demás y cuando llego mi turno me dijo rápidamente, “no me dejes plantada eh!”.
El lugar no estaba lejos, calculé que me tomaría unos 10 minutos llegar, decidí seguir platicando con los demás pero me fue imposible, cientos de preguntas llegaban a mi cabeza y no quería responderlas, no quería dejar que la razón entrara en acción. Miré mi reloj, si quería llegar debía comenzar a despedirme, apure mi trago y entre abrazos, besos y clásicas frases de no te pierdas emprendí la graciosa huida.
Subí a mi auto, tracé en mi mente la ruta más corta y, con nerviosismo, emprendí el camino. Llegue al mentado lugar, pensé que quizá todo podía ser una broma, si era así entonces aprovecharía y pasaría la noche ahí, no tenía pensado regresar a Puebla hasta el día siguiente y en algún lugar tenía que dormir. Pregunte por ella y, para mi sorpresa, me dijeron en que habitación estaba, no recuerdo el numero, deje mi auto cerca de la entrada y caminé, toque la puerta y ahí estaba, sonriendo.
Pasé a la habitación, me dio un caballito con tequila, me senté en la cama y cuando iba a decirle algo, ella se me adelantó. Con la cara serena, mirándome a los ojos y con una voz que denotaba mucha seguridad me dijo: “Alberto, siempre he estado enamorada de ti y no pienso dejar pasar esta oportunidad, quiero estar contigo esta noche y quiero pedirte una cosa más”.
Mi mente comenzó a trabajar rápidamente pero jamás me esperé lo que me dijo a continuación: “Quiero tener un hijo tuyo”. No estoy seguro de cuál fue mi reacción pero debí de haber puesto una cara muy fuera de lo normal porque me dijo: “No te preocupes, no quiero una relación contigo, no quiero nada, solo quiero un hijo tuyo para poder recordarte el resto de mi vida”.


Me dolía mucho la cabeza, me costaba trabajo abrir los ojos y cuando al fin me pude incorporar noté que estaba solo, ya era de día y sobre la mesa había una nota, decía: “Gracias Alberto”.



Hasta la fecha no recuerdo bien que fue lo que sucedió y no lo pienso mucho.

martes, 16 de junio de 2009

No era tan imposible, simplemente no era para mi...

Primero les doy un poco de historia.

Esto lo escribí un 29 de marzo del 2005, apenas regresaba con el hombre al cual he amado más en mi vida y por el cual dejé muchas cosas imperdonables de lado. Su amor me trajo cientos de enseñanzas, entre ellas el dolor.

Por aquellos tiempos a su lado y porque se que jamás lo va a leer y porque nuestras vidas ya tienen un camino diferente es que lo publico. No se si todavía me duela, pero lo que se es que su recuerdo siempre viene a mi mente en noches como hoy, con lluvia y olor a tierra mojada.



Para ti. G.


¿Porqué es tan imposible el amor?,
porqué ahora que te tengo no puedo tenerte,
porqué los verdaderos amores siempre son imposibles y acaban en lágrimas torrenciales con recuerdos por doquier,
¿porqué se vuelve tan complicado amarte?.

El destino nos junta pero también nos separa, nos recuerda que estamos hechos el uno para el otro pero que la vida no nos congenió,
que todo está en contra nuestra, pero que irónicamente nos seguimos amando,
que duele amar de esta manera tan silenciosa
con esta impotencia que se carga en las manos
y que se olvida cuando estamos juntos.

A puerta cerrada nada existe, ni nadie,
sólo juntos vencemos el mundo
juntos creamos nuestro propio universo
y nos volvemos invencibles,
pero en realidad que vulnerables somos,
porque cualquier cosa nos puede destruir.

Y a pesar de que sabemos que esto dolerá
y que terminará y que las lágrimas no se acabarán
nos estamos dando la oportunidad de sanarnos el alma
con los besos y la luz de nuestros pocos despertares juntos.

Por que es tan fácil solucionar mi vida
y solventar todas las complicaciones que se interpongan,
pero qué difícil es encontrar algo que suplante tu presencia.

Por eso quiero disfrutar cada segundo a tu lado
cada milímetro de tu piel
cada experiencia vivida y sueño realizado
porque se que un día despertaré y no estarás más conmigo.

Por que pocos tienen la capacidad de amar de esta manera
y son los menos los que corren con la suerte de encontrar
a su igual y quiero aprovechar que tu y yo...somos muy afortunados.


GRACIAS POR DARME TAN BUENOS RECUERDOS...

jueves, 11 de junio de 2009

Ese olor a guayaba...




Le despertó un olor a guayaba. Se quedó en cama recordando si había comprado esa fruta en días pasados. No, no tenía guayaba en casa, ¿de dónde venía el olor entonces?. Aún viendo el techo decidió levantarse con la pesadez de la madrugada a cuestas, con apenas unos rayos de luna inmiscuyéndose por las rendijas de las cortinas que le mostraban el camino a la cocina.
Husmeó por los trastes y el refrigerador, el olor era más intenso, pero ni rastros de las bolas amarillas con semillas. Desistió de la búsqueda pensando que el sueño le jugaba una mala treta.
Sus pies descalzos pisaron algo húmedo y terso, eran boronas de pan. Desperdigados en todo el piso había trozos completos de pan blanco, con rasgos evidentes de desesperación al romperlos y marcas de garras en la bolsa de plástico.
Extrañada por tal acontecimiento se acercó para observar detalladamente las huellas en los pedazos sobrantes, su estómago empezó a sentir una especie de angustia singular por lo desconocido.
Un ruido la sacó de su absorta fijación, se enderezó con un sobresalto, era evidente que “algo” caminaba en la otra habitación. El olor a guayaba se intensificó en sus fosas nasales mientras la oscuridad formaba cientos de sombras al final de su mirada. Se acercó lentamente sintiendo un nervio que no la dejaba apoyar bien sus pies, sus manos temblaban y su mirada se forzaba por encontrar algo entre la poca luz “lunar” que apenas se divisaba.
Una sombra llamó inmediatamente su atención, cruzo pequeña pero ágil por debajo de las sillas que le sirvieron de resguardo.
Encendió la luz, y se asomó bajo la mesa para descubrirlo...
Ahí estaba, negro, enorme, sentado con las patas delanteras entre las traseras dejando ver su enorme abdomen color blanco, viéndola directamente a los ojos.
Este gato no se inmutó en lo absoluto de su presencia, ni de la luz apenas encendida, la observó con una altanería casi insultante, con una mirada retadora y penetrante que dejaba ver su poco miedo y sus pocas ganas de irse. Levantó su pezuña izquierda, la lamió sin angustia alguna, su hocico tenía pequeñas semillas de guayaba y sus patas pan blanco, aún así no dejaba de observarla.
Se levantó y cruzó frente a ella caminando erguido, casi burlándose de su opositora, mostrando su pelaje sucio y áspero, se dejó ir hasta la ventana, no sin antes voltear y a punto de lanzarse fuera de la casa le mostró los dientes alzando su espalda y erizando su pelambre.
Se fue y dejó en la habitación una sensación de derrota.
Ella tardó en recuperarse, cerró la ventana, regresó a su cama, se tapó de nuevo y empezó a acomodar su cuerpo entre las cobijas. Algo encontraron sus manos, eran semillas, semillas pequeñas, las llevó a su nariz y un lastimero perdurable y fuerte olor a dulce de fruta le llegó hasta la garganta, un olor que evidentemente era de Guayaba.

domingo, 7 de junio de 2009

Esta alma mía..



Qué fácil es perdernos en brazos que no nos corresponden
en sueños construidos sobre lodo, en pensamientos jamás hablados.

Basta un momento de ilusión y arrebato para cruzar la línea,
para sufrir un quebranto y aprender que algunos corazones
suelen equivocarse y reflejan amor cuando lo que tienen es soledad.


Y es que esta alma mía es de las que se vacía con brazos fríos, es de las almas que no pueden
enfrentarse al aprieto de entregar cuerpo sin amor y el amor sin cuerpo.


Esta alma necía pierden fuerza en esos encuentros, se debilita al no encontrar su alimento,
porque necesita las palabras que vienen de dentro, las que salen de la parte
central de estómago y cruzan el cuerpo entero para decir un "Te amo",
se retroalimenta de los besos que vienen acompañados de deliciosos recuerdos
y saca su fuerza de las caricias tiernas, amables...eternas.


Habemos almas que nos debilitamos cuando encontramos abrazos rotos,
brazos que no dan, ni ofrecen, sólo quitan. Exprimen esa esponja que llenamos de amor,
la secan y se llevan todo sin voltear atrás.

Pero, hay algo maravilloso con estas almas,
aunque sufran, aunque les duela,
aunque lloren, siempre se recuperan y aprenden...

Y las otras, las que sólo quitan,
permaneceran vacías y es que todos se les escapa
porque ni siquiera se dan cuenta,
lo rotas que estan.