Perdí por un momento la noción de las cosas y me cuatrapie varías veces al caminar a mi destino.
Hoy me di cuenta que en realidad estaba perdida, ciega, descalza.
La vida en si me ha dado más de lo que merezco, me ofrece colores, ruidos, visiones y yo sin darme cuenta de ello, yo fijando mi mirada en otros lados, deambulando tontamente en rincones que no son míos.
Mi vida está aquí, no adelante, es el ahora, no el pasado.
Agradecimiento es lo que debería de dar, no tristeza.
Esta vida de la que a veces reniego, me ha regalado dos ángeles, dos mundos diferentes y visiones distintas de su ser, admirables, casi intocables, perfectos. Vinieron a enseñarme que amar por sobre todas las cosas no es nada más esperar o criticar o gozar. Amar por sobre todas las cosas se muestra con una mirada, con un gesto, con un "te extraño mami y no quiero colgar", con un "te ves hermosa" en la mañana.
Amar es quererte abrazar después de que regañaste, gritaste y hasta insultaste.
Yo me perdí, me perdí mil horas por otros lados, soñaba con cosas diferentes y mundos paralelos, pensaba que la felicidad estaba fuera, que tendría que salir a buscarla.
No, la felicidad está en casa, esperándome con dos hermosas sonrisas y vidas por compartir. ¿Qué carajos estaba buscando? si mis ángeles piensan en mi todo el tiempo, sueñan con tenerme viva para siempre y me amarán hasta que la existencia termine.
La estupidez no es más que una muestra de lo que nos hace falta, estaba perdida, pero ya me encontré, me faltaba eso, regresar a casa...
Los amo pequeños...
Linger
Hace 4 semanas