Hace poco un buen amigo me dijo: "tu tienes que hacer que las cosas pasen, no tienes que esperar a que los demás lo hagan por ti". Tiene razón.
Pero, yo no puedo
influenciar en la decisión de los otros, ni me puedo meter en su mente para que piensen en mi o me hablen.
Yo no puedo forzar a que en quien yo dedico mis ideas me dedique las suyas o a quien yo quiero que me quiera. Es simplemente imposible.
Ya me cansé de esperar, de ser yo la primera en hacer las cosas, de soñar despierta y no recibir nada a cambio. Ya no quiero despertar en las noches porque tengo a alguien en la mente.
Alguien que ni siquiera tiene la delicadeza de hablar. No, no más.
A partir de mañana inauguro la nueva
faceta. A partir de mañana cierro por completo las rendijas que dejaban entrar ilusiones y pensamientos absurdos que no me permitían el buen entendimiento de mi vida, de mi enfoque.
Si
alguien llega, si
alguien de verdad quiere llegar, lo hará hasta acá, hasta donde estoy, tropezando, aguantando, dando los mismos pasos que yo. Uno a uno.
Sin dejarme sola.
Haciendo simplemente que las cosas pasen, como debe de ser.
Basta de engaños.
Aunque duela,
aunque odie,
aunque no me perdone
aunque no me lo permita.
Por mi lo haré. Me lo merezco...